La agricultura de La Siberia se desarrolla en régimen de secano, a excepción de pequeñas parcelas dedicadas al regadío. Las principales superficies labradas se destinan a cereales (trigo, cebada, avena o centeno), olivar (fundamentalmente tradicional, aunque en una parte de la comarca comienza a emerger el intensivo) y  viñedo (con menor presencia). Además de estos cultivos, gran parte de las tierras están dedicadas a pastos permanentes.  La despoblación que acusa la comarca comienza a suponer un problema para el relevo generacional en este sector.

Las grandes extensiones de dehesa y pastizales de La Siberia han fomentado, desde épocas ancestrales, que la ganadería adquiera un papel protagonista en la economía comarcal. La apicultura y el ganado ovino aglutinan el mayor número de explotaciones ganaderas, aunque en menor medida, también existen explotaciones de ganado bovino y porcino.

El sector primario de La Siberia (35% de la actividad económica) tiene un peso territorial mayor que en los ámbitos provincial y regional.

La apicultura destaca por su contribución al medio ambiente (polinización de las abejas) y debido a que en La Siberia se encuentran el 50% de las colmenas de Extremadura, teniendo en cuenta que la región aporta el 22% del censo nacional de colmenas, siendo la mayoría de las explotaciones profesionales, es decir, suponiendo la actividad económica de muchas familias.